Mucho más importante que las preguntas “¿Tiene esto sentido?” y “¿Hay sorpresas en la trama?” son las preguntas: “¿Es divertido de ver?” ¡Sí! “¿Esto le da a cada uno de estos fabulosos actores la oportunidad de brillar?” Sí, sí, sí y sí. Con un guión de Emily Halpern y Sarah Haskins de “Booksmart”, suceden muchas cosas y las cosas suceden rápido, por lo que las partes que no funcionan del todo rápidamente.
Estos profesionales son excelentes compañeros de escena, y las escenas de conjunto se encuentran entre las más destacadas. Y cada uno aprovecha al máximo sus momentos en solitario. Moreno ilumina la pantalla en un juego de póquer de alto riesgo y su trato magistralmente minimizado con un revendedor. Field toma lo que podría ser un personaje oscuro y nos hace ver su vulnerabilidad e integridad; incluso hace una broma extremadamente tonta sobre llamar a una riñonera “un trabajo con correa”. Su insistencia en que no es una “80” para Brady, ya que todavía tiene 70 años, no es por vanidad; se trata de su dedicación a la precisión matemática.
Mientras tanto, Lou lucha con los secretos sobre su salud y cómo se realizó el viaje, pero aprecia su papel como la que inspira a los demás, incluido el propio Brady. Fonda aporta calidez al mejor papel escrito. Si bien un personaje irrespetuoso llama a las cuatro mujeres las “Chicas de oro”, ella no es una broma de una nota “¿no es lindo que a una anciana le guste el sexo?”. En cambio, es una optimista bondadosa pero resistente que se ha estado reinventando a sí misma desde que se hizo demasiado mayor para su trabajo como portavoz modelo de un concesionario de automóviles. Y la química de Fonda con su coprotagonista y amiga íntima de “Grace and Frankie”, Lily Tomlin, continúa brillando.
“80 for Brady” no se trata solo de que estos personajes demuestren que valoran sus amistades y aún están abiertos a la aventura. De hecho, es el apoyo que se dan mutuamente y la idea de que no tienen nada que perder lo que los hace más dispuestos a correr riesgos que las dos generaciones más jóvenes. Esto también se aplica a las personas que los retratan; es pura alegría ver a estas mujeres que amamos y con las que crecimos durante décadas. Todavía hacen todo lo posible para hacernos reír, soñar con nuestras propias aventuras y desear poder estar aquí por otros dos siglos.
Ahora mostrando en los cines.